No podía
dejar de comentar algunas curiosidades relacionadas con los alcanos. Muchos de
ustedes habrán leído sobre el “Triángulo de las Bermudas”, una zona del Océano
Atlántico, ubicada entre Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas, donde,
supuestamente, han desaparecido aviones y barcos en forma misteriosa. Sin
embargo, el número de estas desapariciones no es muy diferente a la de otros
puntos del planeta de intenso tráfico marítimo y aéreo, según informa la Guardia
Costera Estadounidense. Entonces, ¿cómo surgió este mito?
Desde la llegada de los españoles
a América, la zona ha sido parte de las rutas marítimas, y aún hoy sigue
siéndolo. Nada se había hablado hasta el siglo XX sobre desapariciones
misteriosas. Podríamos decir que la mala reputación del Triángulo de las
Bermudas comenzó con Cristóbal Colón. Según sus anotaciones, el 8 de Octubre de
1492, Colón echó un vistazo a su brújula y se dio cuenta que esta mostraba
lecturas extrañas. No alertar a la tripulación sobre este fenómeno fue una
decisión sabia, teniendo en cuenta que solo tres días después, tras avistarse
sólo una luz extraña, aquella amenazó con regresar a España. Esto puede
explicarse porque el Triángulo de las Bermudas es uno de los dos lugares del
mundo donde una brújula magnética señala el norte verdadero, en lugar del
magnético, fenómeno conocido como declinación magnética. Esta variación puede
llegar hasta los 20 grados de diferencia y si no se compensa, las naves pueden
desviarse de su ruta y encontrase en serios problemas. Pero, esto es algo que
hoy en día conocen muy bien todos los navegantes y saben cómo manejarlo. Sólo
era una novedad para Colón.
Uno
de los primeros casos utilizados para justificar la existencia de fenómenos
anormales fue la
desaparición del vuelo 19, integrada por una escuadrilla de cinco aviones TBM
Avenger de la Marina Estadounidense en
1945. Para 1964 el Triángulo de la Bermudas se había llevado más de 1000 vidas,
muchas de ellas inventadas y otras explicables. No sería necesario de hecho dar
ninguna explicación. Aún así, si todavía crees que
esta zona es un cementerio de barcos y aviones, acá van algunas explicaciones
naturales:
1 – Corrientes
oceánicas que pueden provocar olas de gran tamaño y trombas marinas.
2 – Actividad
volcánica
3 – La meteorología
de la zona.
4 - El factor
humano.
Tal vez, lo más difícil de entender es cómo la
actividad volcánica podría provocar la caída de aviones. Para empezar, hay que
decir que en el fondo marino existen grandes cantidades de hidrato de metano
que podrían liberar gas con el aumento de la actividad volcánica.
El gas metano,
a su vez, podría modificar la flotabilidad de los barcos y provocar
hundimientos. En el caso de los aviones, una concentración elevada de metano en
el aire podría hacer que los motores de combustión funcionen deficientemente al
modificar la proporción de oxígeno. También podrían verse afectados los
altímetros indicando altitudes falsamente elevadas, lo cual haría descender a
los pilotos y estrellarse contra el agua, especialmente en vuelos nocturnos.
Para finalizar, les dejo una frase para reflexionar, una pregunta provocadora y
algunos enlaces para seguir aprendiendo:
“La
realidad nunca es ni tan complicada ni tan simple como nos la imaginamos”. Guy
de Muspassant.
¿Cobrarán
más las aseguradoras por atravesar el Triángulo de las Bermudas?
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